** Celebrar la Navidad **

Recordamos estas fiestas con alegría,  sí  pero alegría en el corazón,  no pensemos en regalos,  esos son un complemento de nuestras tradiciones,  el verdadero sentido de Navidad  es el acontecimiento más hermoso y bello como lo es recordar el nacimiento de Jesús,  aún más por las circunstancias en que se dió  su llegada, por lo bello que significó este acercamiento a nuestras vidas.

Esta Navidad debemos buscar a Jesús,    lo encontramos en nuestra unión familiar,  en la risa de un niño,  si compartimos lo que tenemos con los que necesitan,  esa hermandad es la cara del Niño Jesús.

Confiando que tendremos en nuestros hogares mucha salud,  el ingrediente importante también como lo es nuestra paz interior,  paz al abrigar nuestras familias,  y que la violencia en el hogar la mandemos lejos en un viaje sin retorno,  que sustituyamos el llanto por risas,  es así como encontramos a Jesús estas fiestas y todos los dias de nuestras vida.

Reflexionemos sobre esa paz que tanta falta nos hace, aprendamos a ser humildes, reconocer nuestros errores y tratar de ser mejores para nuestras familias,  prodigando mucho amor, y así encontramos lo que hoy celebramos con alegría en el mundo como lo es el nacimiento del Niño Jesús.

Dios quiere hacer en tu vida una constante Navidad, no sólo este mes sino todos los días,  que no desaparezca la hermandad,  respeto,  prodigamos amor,  y tendremos un mundo mejor.

Convirtamos esta celebración en un sustento espiritual y fe,  y tendremos  mucha paz,  el don de amar y perdonar,  humildad y alegría,  las demás cosas llegan como producto de nuestra amor por Dios.

Un abrazo a todos los que me leen siempre,  gracias por dedicarle tiempo a este espacio,  muchas bendiciones y  mi deseo por un mundo mejor cada día....  SIN  VIOLENCIAS  EN NUESTROS HOGARES.....

Quisiera
Armar en estos
días
Un árbol dentro de mi
Corazón
Y colgar en lugar de regalos
Los nombres
De todos mis amigos. Los de cerca
Y los de lejos. Los de siempre y los de
Ahora.
Los que veo cada día, y los que raramente
Encuentro,
Los de siempre recordados, y los que a veces se me
Olvidan
Los constantes y los inconstantes. Los de las horas
Difíciles, y los de las horas alegres. A los que sin querer herí, sin querer me hirieron. Aquellos a quienes conozco
Profundamente, y aquellos a quienes conozco apenas por sus
Apariencias.
Los que me deben, y a quienes debo mucho. Mis amigos humildes
Y mis amigos importantes. Los nombro a todos y a los que pasaron
Por mi vida.
Un árbol de raíces profundas para que sus nombres nunca sean arrancados
De mi corazón, y que al florecer el año próximo traiga esperanza, amor y paz,
Y en la Navidad, Señor, nos podamos encontrar para compartir uvas de
Esperanza
Poniendo un poco
De felicidad en aquellos
Que todo lo han perdido

 

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