Son innumerables las formas de violencia familiar. Puede pensarse en violencia hacia los adultos mayores, entre cónyuges, hacia los niños, las mujeres, hombres, los discapacitados, etc. Además siempre es muy difícil precisar un esquema típico familiar, puesto que la violencia puede ser física o psíquica, ocurre en todas las clases sociales, culturales, religión y edades. La mayoría de las veces se trata de los adultos hacia una o varias personas.
En la práctica el maltrato tiende a * naturalizarse *, es decir se torna cotidiano sobre todo a través de conductas violentas que no son sancionadas como tales.
Muchas personas que maltratan son considerados (y se consideran a sí mismos) como de mayor poder hacia quienes son considerados (se piensan a sí mismos) como de menor poder. Cabe destacar que las personas que sufren estas situaciones, suelen ocupar un lugar relativamente de mayor vulnerabilidad dentro del grupo familiar. En este sentido, la violencia hacia los niños y las mujeres, estadisticamente reviste mayores casos., en cambio los hombres maltratados son solo una minoría.
Cuando hay violencia física, en su mayoría se sabe que son lesiones leves, las cuales cuando dejan marcar desaparecen en más o menos 15 días, por esto resulta dificultoso la comprobación de tal delito.
Por lo general quienes padecen estas situaciones, tienen miedo denunciar lo que ocurre. Los motivos de esta posición es que se piensa es una situación que pronto se puede solucionar dentro de la familia, se mantiene la espera de un cambio espontáneo de quién agrede, siempre sucede que luego de la violencia * pide disculpas*, *prometen que no vuelve a suceder *, esto y agregarle convicciones religiosas, dependencia económica, miedo a represalias, y falta de fe en la eficiencia de los trámite legales, muchas veces falta el apoyo familiar.
Esto es lo que encierra todo un calvario sobre la violencia familiar, es un tema que en los últimos años ha cobrado mayores cifras lamentablemente, es urgente que los países deban unirse creando leyes, educando en las escuelas y colegios, tratando a las familias en problemas, siempre se protege a los agredidos, es necesario urgentemente prestar ayuda a los agresores, ellos necesitan no sólo ir a la cárcel sino un programa de rehabilitación para reintegrarlos a sus familia y la sociedad.
Este tema tan doloroso nos compete a ti, a mi, y a todos, es obligación luchar unidos por eliminar la violencia de nuestras vidas...
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