El abuso verbal puede destrozar un matrimonio. Debido a que asume una forma hablada, muchas víctimas no lo ven como un abuso.
Los esposos y las esposas tienden a permanecer más tiempo en un matrimonio plagado de abusos verbales y mentales que en uno con abuso físico.
Hasta que han sufrido una crisis emocional, a menudo ellos no reconocen los signos de que el abuso emocional es tan perjudicial como la violencia doméstica.
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