Has crecido porque ya no esperas que te llegue la inspiración, la fabricas. Porque cuando quieres algo lo pides y no estás sujeta a un pasado que te golpea y limita.
Eres mayor porque luchas por conseguir lo que sueñas pero valoras lo que tienes. Porque cada día te gusta más jugar y arriesgar y estás dispuesta a superarte. Porque cada vez que caes, no buscas la salida para huir sino que prefieres quedarte y dar la cara… Porque valoras los fracasos tanto como los triunfos y sabes que si no caminas por la cuerda floja nunca aprenderás a tener equilibrio. Porque has descubierto que todo lo que realmente importa se consigue dando pasos en falso y corriendo el riesgo de fallar.